Giordano Aironi fue uno de los tantos inmigrantes italianos que llegaron al país en el año 1952.
Procedente de la ciudad de Ferrara, al norte de Italia, a los 28 años emprendió su travesía solo, dejando en su tierra natal a su esposa e hijos. De profesión lustrador, se había especializado en muebles e instrumentos musicales.
Con una gran habilidad y conocimiento comenzó a desarrollar y producir en el país un producto que revolucionaria el mercado: la Laca a muñeca. Recorrió en bicicleta con su portafolios lleno de botellas de vidrio de laca muñeca todos y cada uno de los talleres especializados en lustre, haciendo demostraciones y sentando escuela en el arte del acabado. Produciendo, vendiendo y entregando personalmente su producto, ya con la ayuda de su esposa e hijos, Pablo y Gianni, y luego de muchos años de trabajo, esfuerzo y respeto por sus clientes logro imponer en el mercado la que hoy en día es una de las más prestigiosas marcas del ramo en Argentina, Lacas Giordano.